Lágrimas televisivas

Cocineros en actitud acongojada

¿Por qué lloran todos en la tele? Es una epidemia y esto no hay quien lo pare. He caído en la tentación de encender la pantalla y un torrente lacrimógeno ha anegado la habitación. Lloran los que ganan un premio y lloran los que lo pierden. Lloran, salpicando, los marujos y marujas de los programas cardiacos mientras explican lo felices y/o desgraciados/as que son. Lloran los futbolistas que vienen y los que se van, aunque alguno de esos llorones podría secar sus lágrimas con billetitos de 500 euros. ¡Lloran hasta los cocineros del "Masterchef"!

Empieza a caerme bien Mourinho. Al menos él no llora.

Al ver el espectáculo he recordado unos versos de "La vida es sueño", que he retocado ligeramente:

Llora el rico en su riqueza,

que más cuidados le ofrece;

llora el pobre pues padece

su miseria y su pobreza;

llora el que a medrar empieza,

llora el que afana y pretende,

llora el que agravia y ofende,

y to el mundo, en conclusión,

llorará en televisión,

aunque ninguno lo entiende.

Yo lloro, aunque estoy aquí

con un lagarto a mi lado

y lloraré en otro estado

cuando regrese a Madrí.

¿Qué es la vida?  Un frenesí.

¿Qué es la vida?  Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es quebranto:

que toda la vida es llanto,

ya lo dijo Calderón